Cuatro visiones, cuatro complementos

paolamaella

Paola Mallea Meza

Psicóloga Clínica

Desde hace un tiempo ya, años, busco mantenerme y seguir buscando, en aquello que disfruto; en mi trabajo entiendo la psicoterapia, terapia, sesiones, como una búsqueda conjunta del bien estar del consultante, individuos parejas o familias, de acceder a la comprensión de los síntomas y poder desanudar el malestar, este trabajo conjunto lleva un tiempo, indefinido para algunos, acotado para otros, con la idea de que el espacio terapéutico, sesiones, sean un apoyo, una ayuda que por cierto tiempo acompañara determinados procesos.

 

Decidí estudiar psicología hace varios años, tratando de comprender al otro, pero por sobre todo en un principio buscando conocimiento propio y también para ayudar; hoy coloco todo lo estudiado y aprendido, tanto en la vida como en lo laboral, al servicio de los consultantes para avanzar con ellos en el camino del auto conocimiento, para alcanzar un mejor estar en la vida y por qué no para buscar aquellos que cada persona o pareja o familia en particular, necesita

 

Para mi ser terapeuta es uno de los regalos que he decidido darme en la vida.

  • Magíster Psicología Clínica Sistémica en pareja, familia e individuo ITF – Universidad San Sebastián.
  • Jefa Nacional del Área Clínica CENFA (2013 – 2014)
  • Psicóloga Integramédica.
  • Atención psicoterapia individual, de pareja y familia.

“El ser humano puede realizar una mirada sobre su emocionar porque tiene el lenguaje. Todo vivir humano ocurre en conversaciones y es en ese espacio donde se crea la realidad en que vivimos”.

 

Humberto Maturana

daisyrosenbergv2

Daisy Rosenberg Baron

Psicóloga Clínica

Elegir como profesión la psicología es el resultado de un camino de búsqueda personal profundo, comprometido e histórico.

 

 En ese sentido, mi propia experiencia como paciente me llevó a querer compartir con otros seres la magia que privilegiadamente pude descubrir. Agradezco profundamente a mis profesores, terapeutas, maestros y chamanes por acompañarme, empujarme y sostenerme cada vez que lo necesité.

 

 La psicoterapia es para mí un arte, donde mi contribución se refleja en cada proceso psicoterapéutico que abordo, en cada acompañamiento realizado con respeto y de manera cuidadosa; justamente es ahí donde habita mi propia obra de arte. Cada paciente y su proceso son únicos e irrepetibles. Entre ellos y yo se construye un espacio maravilloso donde se pone en juego, por mi lado la experiencia y por parte de ellos su vida y sus aconteceres. Es fascinante para mí constatar los cambios y avances que se van observando a medida que los procesos van avanzando.

 

 Elegí la línea sistémica como modelo de intervención pues considero que cada ser humano vive inmerso en distintas relaciones. Nadie está solo en esta tierra, y la mayoría de nuestras dificultades se generan en relación a otro u otros. Es por ello que concibo al individuo en su contexto más amplio, formando parte de ese sistema de relaciones. Lo anterior me permite abordar su problemática a través de diferentes caminos: en forma individual, interviniendo a nivel de pareja o atendiendo las necesidades que surgen a partir de los conflictos en el seno de la familia.

 

 Lo que motiva mi accionar en este campo de la psicología es contribuir en cada proceso (en la medida de lo posible y hasta acercándose a lo imposible), aportando herramientas orientadas al cambio de la vida de otros. Así, me constituyo en instrumento de compañía, de ayuda y transformación durante períodos de crisis, aportando con nuevas miradas y lecturas de la propia experiencia, o bien flexibilizando las que ya existen. Eso, por sí solo ya es extraordinario!! El resto, viene por añadidura.

  • Magíster Psicología Clínica sistémica, en abuso sexual y violencia familiar Universidad SEK
  • Diplomado en psicoterapia de parejas enfoque sistémico relacional PUC
  • Acreditada por la Sociedad Chilena de Psicología Clínica
  • Conferencista Congreso Internacional Relates Lima 2016 – Buenos Aires 2018 – Barcelona 2019
  • Jefa Nacional del Área Clínica CENFA, (2009 – 2013)
  • Atención en psicoterapia individual, parejas, familias y terapia post conyugal

“Toca cada campana que aún tenga sonido y olvídate de toda perfección, ya que no hay muro sin su grieta; sólo así entra la luz.”.

 

Leonard Cohen

macakolu

Macarena Kolubakin Muñoz

Psicóloga Clínica

Soy un ser humano de casi 50 años, felizmente entrando a la segunda etapa de mi vida. Soy la primera hija, de la pareja de una chilena nacida en San Fernando y trasladada luego a vivir a la capital de su país y de un hombre apátrida que nació, literalmente, a mitad de los campos de batalla de la segunda guerra mundial. Soy hermana mayor de 3 grandes caballeros, enamorada de la misma persona por más de 20 años, mamá de dos mujeres recientemente mayores de edad y razón de mis mayores orgullos. Soy amiga de mis amigas y compañera de mis queridas socias y colegas. Me apasiona leer y las palabras desde que tengo uso de razón.

 

Me formé como psicóloga clínica en una búsqueda por comprender lo humano que somos y cuánto de eso se juega en nuestros malestares y bienestares. Me especialicé profesionalmente con un magíster en psicología clínica, mención psicoanálisis (mi lengua materna). Al encontrarme con la atención plena, en un taller que realicé de mindfulness, empatía y compasión, decidí dejarme transformar y terminé tomando un diplomado de mindfulness y psicoterapia y, luego, me formé como terapeuta centrada en la compasión (mi lengua paterna). Si bien podemos decir que toda psicoterapia se centra en la compasión, para mí es un camino que lleva de sentirse culpable y/o de buscar culpables, a recordar que somos responsables. Y que, cuando nos hacemos cargo de esa parte de la que somos responsables, de un modo amable y sin juicios, ocurren maravillas.

 

Entiendo mi trabajo como una propuesta: ofrezco un espacio, acogedor y confiable, para acompañarte a desarrollar el coraje de dejarte conmover por tus sufrimientos, al prestarles atención plena y respetuosa, para centrarnos juntos en aliviar y prevenirlos, porque son ellos los que nos permiten transformarnos en la versión más buena y bella de humanos que podemos ser.

“La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas”

 

Sigmund Freud

Pepav4

Marybel Toledo Calderón

Psicóloga Clínica

La psicología adquirió sentido en mi vida en cuanto pude encontrarme con quien soy en un encuentro seguro y de confianza con mi terapeuta.

 

Considero importante detenernos en la infancia porque ese tiempo “necesario para ser” requiere ser contenido y protegido por los adultos, atendiendo al impacto que esto tiene en la formación de la personalidad y en el desarrollo de su vida adulta.

 

Detenerse junto a sus padres, quienes tienen una función importante en la regulación de las necesidades de apego y sensaciones afectivas.  Construir confianza con ellos, para promover la perseverancia, para definir/construir y sostener límites en la educación de los hijos e hijas, porque “los límites los/nos protegen”.

 

En función de su edad, establecer límites y asumir los padres las decisiones, es un acto de protección. Las pautas de crianza sostenidas sólidas, continuas y flexibles, que ponen los padres, permiten que sus hijos e hijas puedan construir límites.

 

Como sociedad hemos aprendido a identificar y reconocer la violencia y algunas de sus manifestaciones como el maltrato infantil, el abuso sexual y el abandono que sufren niños, niñas y adolescentes. En ese sentido, he ido aprendiendo que las personas que han sufrido malos tratos en su vida tienen derecho a sentir y necesitan confiar en la palabra justa y la escucha atenta de su terapeuta.  Por muy dolorosa que sea la verdad, necesitan escucharla para no correr el riesgo de repetir esos abusos.

 

Aproximarse a estos abismos deja huellas, de ahí la necesidad de contar con una postura ética que implica -al menos para mí-reconocer que el malestar es inherente a la condición humana y que podemos darle otro destino a ese malestar.

 

La tarea que nos constituye a quienes trabajamos en salud mental con niños, niñas y adolescentes, requiere proteger la implicación emocional, es decir, cuidar de nosotros mismos y reconocer la necesidad de ayuda de otros para sostener procesos terapéuticos.  Así nace la lección más importante de mi vida: reconocer y medir el alcance de mis actos.

 

La relación con mi trabajo ha ocupado gran cantidad de tiempo y energía a lo largo de mi vida. Hoy soy parte de un equipo humano que se sostiene y en el que compartimos el deseo de brindar bienestar al sufrimiento de nuestros pacientes. El trabajo colaborativo es un desafío tremendo en el cual me detengo con personas con las cuales dialogamos constantemente, construimos confianza y nos respetamos entre nosotras y a nosotras mismas.

  • Psicoterapia Infanto juvenil
  • Diplomada en Psicodiagnóstico Infanto juvenil
  • Diplomada en Clínica y violencia
  • Diplomada en Adicciones
  • Intervención con pacientes con experiencias de maltrato infantil, abuso sexual infantil, abandono y desatención.

“Te estoy tejiendo un par de alas, se que te irás cuando termine… pero no soporto verte sin volar”

ANDRÉS CASTUERA-MICHER